20.2.09

Carta de ex-trabajadores y ex-trabajadoras de Muebles Fino Buenos

(Good Companies, Finegood the Company, y Holding’s Inc.)

Al pueblo de Tijuana,

Al pueblo de todo México

A los Pueblos del mundo.

Tijuana, B.C. Que se entere todo México, somos ex trabajadores y ex trabajadoras de Muebles Fino Bueno, fabrica de muebles de capital estadounidense, de Carlson California, fuimos operadores de máquinas para muebles, perforadoras, taladros, pintadoras, montacargas y cortadoras y algunos supervisores. Nuestra antigüedad, en esa maquila era de 3 a 16 años. Dejamos parte de nuestra vida ahí.

El 6 de octubre del 2006 nos dijeron que nos iban a dar a todo el personal una semana de vacaciones. Aunque nos tocaran más días de vacaciones sólo nos darían y pagarían 8 días, y a los y las que nos les tocaban se las dieron adelantadas y nos la pagaron. Después nos hicieron una reunión donde dieron otra semana de “descanso” y no la pagaron

El 20 de octubre del 2006, estalló una huelga. El sindicato “fantasma” Sindicato de Trabajadores de la Industria, el Comercio, la Maquila, Conexos y Similares “Guadalupe Victoria”, de la Confederación Revolucionaria Obrero Campesina (CROC) impuso una huelga a 900 trabajadores de la fábrica Muebles Fino Buenos. El secretario general de ese sindicato fantasma era Cesar Soto Agüero, al que no conocíamos hasta esos días de la huelga, ni pensábamos que era del sindicato, mucho menos trabajador, pensábamos que era licenciado. Este señor hacía juntas cada ocho días y decía que pelearía por nosotros y que las demandas de la huelga eran que nos pagaran el 100% de las prestaciones que marca la ley como la indemnización constitucional de 90 días de salario, más la prima de antigüedad de 12 días por año trabajado, más 20 días por año trabajado, más las prestaciones que nos debían, más los salarios caídos, hasta que se dictara el laudo de la JLCA y nos pagaran el 100%

Nos robaron: Después de más de un año de huelga, nosotros resistimos ataques del sindicato. Nosotros pusimos guardias para cuidar la fábrica, pero Cesar Soto nos envió un montón de gentes del sindicato y a otros malandrines encabezados por él mismo y por su hermano que con gran cinismo nos decían “ratas” y nos acusaban de robar la fábrica que nosotros cuidábamos para el sindicato y la empresa no se metieran ni robaran nada de la fábrica. Por eso no querían nuestras guardias. Por eso los cuestionamos que nos demostraran si éramos “ratas,” pero nunca contestaron y en cambio nos agredieron, tumbaron nuestra carpa y se robaron el tanque de gas, la lona y los trastes y nos amenazaron que no nos querían ver a menos de cien metros de la puerta de la fábrica. Pero no caímos en sus provocaciones ni respondimos la agresión, pues era lo que el sindicato quería para que perdiéramos la demanda y metieron a los malandrines a la fábrica. En una ocasión agredieron a golpes a trabajadoras y trabajadores que estábamos de guardia. No nos dejamos y los vecinos salieron a defendernos. Nosotros seguimos las guardias en la banqueta gracias a un vecino que nos defendió, que dijo que podíamos quedarnos en su banqueta, y que enfrentó a los del sindicato: les dijo que él autorizaba que estuviéramos los trabajadores en su banqueta y pedía que ya nos dejaron en paz. Después las organizaciones nos prestaron una carpita y nos apoyaron a hacer presión.

Finalmente, el sindicato de la CROC y la empresa hicieron un arreglo en contra de nosotros. El 28 de noviembre de 2007, Vladimir Téllez, abogado de la empresa, y Cesar Soto, Secretario General del sindicato “fantasma” decidieron poner fin a la huelga y firmaron un convenio donde una vez más se burlaban de los derechos de los y las trabajadoras, pagándonos solamente entre el 23 y el 29 % de lo que realmente correspondía a nuestras indemnizaciones. El convenio que fue ilegalmente avalado por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, cuando se supone que la JLCA tenía que exigir a la empresa y al sindicato que nos pagaran el 100% de lo que marca la ley y no el 23%.

Robo en despoblado: Así nos sentimos con este convenio que nos quieren imponer la empresa Muebles Fino Buenos o Fine Goods, sus representantes, como el ingeniero Eduardo García y el abogado Vladimir Téllez, el sindicato fantasma autodenominado sindicato de los trabajadores y la JLCA. Todos ellos han caído en el delito de fraude y abuso de autoridad al querer engañarnos con la miseria que nos han dado y del cual no quedamos conformes y por eso seguimos organizados y luchando.

Queremos justicia: que le regresen al Cesar lo que es del Cesar, o sea que nos se pague lo que nos corresponde del convenio original a los trabajadores y trabajadoras de Muebles Fino Buenos y no al fantasma sindical Cesar Soto, a quien no le corresponde nada porque nunca ha sido trabajador de Muebles Fino Buenos y que sólo le ha vendido la protección patronal a los señores Fine Goods

Que nos paguen lo que nos deben los mendigos, es decir el charro fantasma Cesar Soto, la empresa, su licenciado y la autoridad que violó la ley, pues el gobierno federal, y la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) es a quien le corresponde vigilar que se cumplan las leyes laborales y constitucionales en nuestro país y en este caso no lo están haciendo. Es por eso que los sindicatos charros fantasmas hacen de las suyas, por falta de vigilancia de la autoridad, pues todo viene desde arriba, hasta el presidente de la republica apoya al empresarial, porque de ahí viene y se quieren aprovechar de que dicen que no sabemos de leyes y nos quieren engañar bien bonito y nosotros estábamos actuando derechamente, pensábamos que era legal lo que decía. Pues de ahí vienen lo de los salarios mínimos, los no aumentos de salarios, la injusticia laboral.

Los tres son un solo cabrón sindicato, Junta Local y patrón.

No es verdad que la JLCA y sus autoridades son neutros y que no pueden meterse entre los trabajadores y estos sindicatos fantasmas, pues estos sindicatos ni los conocemos, ni nunca los elegimos como nuestros representantes y no los queremos. Están violando la ley y sus propios convenios; la autoridad laboral tiene que actuar en defensa de la LFT, la constitución y los derechos de los y las trabajadoras.

Esperamos que ahora sí las autoridades sean justas y legales para recuperar nuestro patrimonio que quieren quedárselo entre la empresa Muebles Fino Buenos y el Sindicato fantasma de la CROC. Pedimos tu apoyo como trabajador, como trabajadora, como organización, como compañeros que somos unos mismos, para que la autoridad actúe legalmente.

Alto a los sindicatos fantasmas, patronales y blancos

La ley debe ser justa, si es que existe

Atentamente, ex trabajadores y ex trabajadoras de Muebles Fino Buenos

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