12.4.06

Marcos: nos venden candidatos como si fueran mercancía


LA OTRA CAMPAÑA, EN MOVIMIENTO

Raymundo Reynoso, enviado
Anenecuilco, México, 11 de abril (AMATE).- El subcomandante insurgente Marcos, desde enero de este año en funciones civiles como el Delegado Zero, llegó a este poblado que vio nacer a Emiliano Zapata alertando a la población para que no se deje engañar con las campañas de los partidos políticos que, más que propuestas o soluciones a lo grandes males que aquejan al país, “ofrecen a candidatos como si fueran una mercancía”.
En esta oportunidad, la reunión de La Otra Campaña se llevó a cabo en la Cooperativa que más de mil lugareños han logrado construir aquí, y cuyo liderazgo está formado –a temblar machitos- mayoritariamente por compañeras. Y si, entre las líderes de esta organización (“que no nos digan empresa, nosotros no buscamos enriquecernos”, le aclaran las compas a una reportera de Los Angeles que se dio vuelo entrevistando a las ñoras) se encuentra una descendiente del general Zapata.
La cita ocurrió como se dan estas cosas en nuestros pueblos: las y los coordinadores del acto, desde bien temprano, se afanaron en poner presentable el lugar. Se colgaron las mantas de rigor, se montaron las mesas para registrar a los adherentes, a los visitantes y a la prensa, se le dieron los últimos toques a los tamales y al mole verde que más tarde se ofrecería a la concurrencia, se barrió y se regó el patio (para que cuando lleguen los compañeros de la otra campaña esté fresquecito, explicó una de las compas que le metieron duro al trajín). Además -si bien esto sólo lo pudieron disfrutar los que tempranearon- se escucharon las excelentes canciones compuestas por un señor poeta, don Florentino Hernández Uribe, cronista de las luchas que por acá están dando los pueblos de la región.
Con todos estos antecedentes, el subcomandante Marcos, y con él una caravana formada por medios alternativos, adherentes y una banda de chavos que ejecutaron hasta el exceso un papel que se ha visto hasta el cansancio representar a estereotipados guaruras de películas de tercera, se encontró con un grupo organizado que ya había hecho su tarea.
Cooperativistas, representantes de pueblos aledaños a Anenecuilco, comunidades eclesiales de base que prepararon su programa a ciencia y conciencia. Una canción intepretada a capela por las y los miembros de una agrupación religiosa de Tetelcingo fue el arranque de la sesión, los discursos, consensados de antemano por los colectivos participantes, fluidos, directos, la postura de los de por aquí en relación a los seis puntos que todas Las Otras se supone deben analizar, presentada en un resumen –claro, contundente, sin tantos brincos como lo saben hacer nuestras comunidades indígenas y campesinas.
La Otra Campaña se puede definir a grandes rasgos -dijo de entrada el delegado Zero- en este mundo en el que luchamos nosotros, y en el que mucha gente sufre y padece, en dos grandes bloques, los que trabajan y los viven de nuestro trabajo. Esos que están allá arriba tienen esto que nosotros llamamos capataces, para hacer una referencia a la hacienda porfirista que fue destruida por el movimiento agrario y campesino de Emiliano Zapata, que son para nosotros los partidos politicos.”
La base de este sistema que estamos enfrentando, aseveró Marcos, es la mercancía.
El líder del EZLN agregó:
“Este sistema capitalista todo lo convierte en mercancía y en estos momentos en este año y en estos meses estamos viendo la conversión de la política en una mercancía. Como antes ofrecen unos zapatos, una ropa, un shampoo, un jabón, ahora ofrecen candidatos y partidos políticos. De un tiempo para acá las propuestas políticas de las organizaciones políticas que está n allá arriba disputando el gobierno, o queriendo ser gobierno, no importan. Si hay una lectura atenta, que es lo que tenemos que hacer como parte de la otra campaña, de las propuestas de los politicos no hay ninguna diferencia entre una y otra.
“Los de arriba, nuestros enemigos, no están proponiendo realmente una transformación de las condiciones que estamos padeciendo, entonces, como la propuesta politica ya no trata de ser llevada adelante, nos estan ofreciendo una mercancia, un candidato, ya ni siquiera un partido político. Y así, sobre ese candidato politico se construye una campaña publicitaria, y entonces nosotros, nosotras, como trabajadores, sea del campo o de la ciudad, como estudiantes, como maestros, inclusive como comunidades eclesiales de base, somos los consumidores y nos han dado la tarjeta de crédito que se llama la credencial de elector, que solo se usa cada tres o seis años, y esa tarjeta de crédito es cedida al candidato que resulte ganador para que haga uso de ella y obtenga ganancias durante tres o seis años”.
Ante eso, destacó Marcos, lo que está proponiendo la otra campaña es exactamente lo contrario. Primero, aclaró, no estamos vendiendo un producto, ni siguiera una candidatura, un partido, un proyecto de nacion, y no solo esto, sino lo que estamos haciendo es tratar de construir desde abajo otra cosa, y esto es completamente radical, en su diferencia respecto a lo que esta pasando alla arriba. No se trata de convencer a unos y otros de lo imposible. Cualquier gente que este abajo sabe que conforme va avanzando su miseria, va avanzando la riqueza del de arriba.
Y es que, ilustró, no es lo mismo un campesino sin tierra, un vendedor ambulante, que un gran propietario de los medios de producción, un terrateniente , el dueño de la coca cola o los gerentes, que la gente que esta vendiendo aguas frescas en un mercado. Y es que nos damos cuenta que de que no quiere lo mismo el vendedor ambulante o el campesino sin tierra, que el gran terrateniente, que el poseedor de un gran centro comercial.
De allí que el zapatismo, las organizaciones, grupos y colectivos que están participando en La Otra Campaña, añadió el sup, están eligiendo escuchar al de abajo, tomarlo en cuenta, por que se trata de otra cosa, y eso es lo que estamos haciendo, otra política, esto es diferente y todos van a valer lo mismo, no importa que tan grande sea la organización, si es un niño, una mujer, un indígena. Se trata de un proyecto a largo plazo. Nuestro llamado es dramático porque nosotras y nosotros decimos, si siguen las cosas así, la peor película de terror o ciencia ficción que se imaginen va a ser una realidad en nuestras tierras, y no me refiero sólo a Morelos, sino a México, y al pedazo de México que está cruzando el Rio Bravo.
Fin de la transmisión

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