Jueves 2 de marzo de 2006
Condena enriquecimiento de Fox, Marta y sus hijos
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Niños indígenas cantan el Himno Nacional durante el acto que encabezó el delegado Zero en el balneario Tephé, en el municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo Foto Víctor Camacho
Zapotlán de Juárez, Hgo., 1º de marzo. En la plaza central de esta comunidad, "bendecida" por los designios del poder para construir el próximo aeropuerto internacional de la capital del país y, en consecuencia, condenada a desaparecer, el subcomandante Marcos dijo la noche de este martes: "Si la gente de aquí y de otras comunidades cercanas se unen, se puede parar ese aeropuerto. Se puede acusar al gobierno de fraude, de haber engañado a los campesinos, de haberlos despojado. Se les puede acusar de todo el daño que van a hacer a la naturaleza, de que van a acabar con el agua y la gente va a ser expulsada de sus tierras".
Fue el acto más concurrido hasta ahora en Hidalgo. Ante cerca de un millar de personas que, reticentes al principio, se aproximaron a escuchar el discurso del delegado Zero, al cabo de un acto musical con sones jarochos, baladas rebeldes, rock acústico marca Mastuerzo (hidalguense, por cierto) y hip hop. Azorada, la audiencia escuchaba algo increíble: a lo mejor todavía hay esperanza. Y asentía emocionada.
También la voz de Marcos poseía una emoción y un volumen poco frecuentes: "Aquí escuchamos la historia de dolor y de rabia de este aeropuerto que quieren imponer a las comunidades los grandes ricos y los gobiernos. Supimos que la gente fue engañada y presionada para que vendiera la tierra.
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