Lunes 6 de marzo de 2006
Dialoga el delegado Zero con indígenas sobre el avance neoliberal en la entidad
Con su Procede, el gobierno quiere cosechar lo que no ha sembrado, expresa un ñañú
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO. LA JORNADA
Escena, ayer en la plaza central de Jalpan de Serra, localidad del extremo norte queretano Foto Víctor Camacho
La Veracruz, Qro., 5 de marzo. En la Sierra Gorda, la partida de hombres a la frontera es una desgracia sostenida, que altera a fondo el tejido social a cambio de una variable cantidad de dólares. La otra "partida" que afecta a esta sociedad rural es la de tierras, que se parten y se venden a particulares o al gobierno, y sus dueños originales las pierden para siempre. Al menos eso parece. La epidemia de Procede ha sentado sus reales por acá, dividiendo comunidades y familias, y acelerando la sangría humana de la fuerza de trabajo.
"México es un criadero de jóvenes para que trabajen en Estados Unidos." Lo dice una madre de familia, abandonada por su hombre, que se fue a trabajar al otro lado desde cuándo. "La emigración es un problema que me cuesta mucho trabajo aceptar. Aquí no hay hombres, sólo mujeres, niños y ancianos. Pero los polleros son los únicos que ganan. Mis hijos jóvenes ya nomás están pensando en crecer para irse."
PARA CONTINIUAR LEYENDO ESTA NOTA PRESIONA:
http://www.jornada.unam.mx/2006/03/06/014n1pol.php